Los diputados de MORENA y sus aliados del PT y el PVEM votaron y aprobaron la extinción de 7 organismos autónomos del Estado mexicano.
Modificaron distintos artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos eliminando el fundamento legal para la existencia de la Comisión Nacional para la Mejora continua de la Educación (MEJOREDU), la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), la Comisión Reguladora de Energía (CRE), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el Consejo Federal para la Competencia Económica (COFECE), el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) y la cereza del pastel, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, el INAI.
Una vez que las modificaciones a la CPEUM entren entren en vigor, las funciones de estos órganos serán incorporadas a distintas secretarías de Estado sin mayores contratiempos. El IFT, la CRE, la CNH y el COFECE deberán prevalecer en el Estado mexicano aunque se fusionen y cambien de nombre, debido a que su desaparición implicaría violaciones al T-MEC y dejaría a nuestro país fuera de este importante acuerdo comercial con nuestros vecinos del norte.
Las tareas de la MEJOREDU serían asumidas por la SEP, las del CONEVAL por el INEGI y las del INAI por la Secretaría de la Función Pública que ahora llevará el nombre del Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno.
De todas las modificaciones realizadas a la CPEUM, indudablemente la que más lesiona la vida democrática del país es la desaparición del INAI. Es indiscutible la severa afectación al derecho ciudadano del acceso a la información. Si bien es cierto que en la modificación realizada al artículo 6 de nuestra carta magna se mantiene el acceso a la información como un derecho consagrado, en la práctica dicho derecho es cuando menos inviable. La autonomía del instituto fue la piedra angular de su buen funcionamiento, pues más allá de la falta de profesionalismo comprobada por parte de los servidores públicos de la cuarta transformación, resulta contradictorio esperar que un subordinado de la titular del Poder Ejecutivo Federal nos brinde a los ciudadanos información que exhiba los malos manejos de los recursos públicos de sus propios subordinados, pares y superiores.
En la nostalgia quedarán los recuerdos de brillantes investigaciones realizadas por periodistas que dieron cuenta de escandalosos actos de corrupción tales como la CASA BLANCA de EPN, la ESTAFA MAESTRA en la SEDATU, el caso ODEBRECHT y PEMEX, ni hablar de la estafa maestra de AMLO en SEGALMEX, el tráfico de influencias de su hijo Andrés Manuel López Beltrán en el TREN MAYA y el resto de las obras insignia del gobierno pasado.
Si bien es cierto que el INAI no impedía los saqueos al erario público, ni mucho menos imponía castigos a los corruptos, por lo menos nos permitía a los ciudadanos conocer que tan lamentables podían llegar a ser nuestros gobernantes, sus familias y mafias políticas.
Con la desaparición del instituto, el grupo político gobernante se allana el camino para cometer con total impunidad y cubiertos por el anonimato, el saqueo descarado de los recursos públicos de nuestro país.